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Filantropía PR

El impacto de un Auspiciador Fiscal

Por Glenisse Pagán Ortiz

 

En Filantropía Puerto Rico siempre buscamos nuevas maneras de impactar los cambios sociales. Trabajamos día a día por sostener el ecosistema filantrópico y organizaciones de servicio comunitario, para lograr mayor equidad y justicia en nuestra isla.

Es con mucho interés que apoyamos el modelo del auspiciador fiscal, porque nos permite atraer nuevos y diversos donantes, y a la vez apoyar nuevas entidades y colectivos. 

Típicamente el uso de un auspiciador fiscal (AF) satisface los requisitos impuestos por el IRS (Código de Rentas Internas federal, por sus siglas en inglés) a instituciones filantrópicas. Al mismo tiempo, el modelo de auspiciador fiscal también puede llenar otras necesidades. Funciona para entidades establecidas, como para las que se encuentran en proceso de establecerse. 

El modelo de auspiciador fiscal puede ser elegido por una organización sin fines de lucro recién formada, que busca comprobar si ese modelo legal es el idóneo para alcanzar sus objetivos.

Para Filantropía PR, como ente intermediario entre fundaciones o inversionistas sociales, el AF es un modelo que funciona muy bien. 

El AF es un modelo magnífico, porque promueve el que se junten organizaciones y entidades para dar dinero, mientras un ente aparte maneja esas donaciones con una mirada local y con la garantía de que la inversión se mantenga en Puerto Rico. 

A través del AF puedes ofrecer donativos a quien verdaderamente lo necesita. Si quieres apoyar colectivos puedes hacerlo a través un modelo de AF que te asegure que el dinero llegará hasta esa organización. 

Algunos programas, movimientos, o colectivos permanecen en una relación de auspicio fiscal por mucho tiempo, debido a que entienden que su misión se puede lograr bajo esa estructura sin tener que crear una nueva entidad.

El AF también puede utilizarse como una estrategia operativa. Las organizaciones deben considerarlo así, porque aunque tengas la capacidad de manejar la carga administrativa –ya sea porque tienes la exención contributiva o porque tienes establecida una estructura de contabilidad, recursos humanos, etc.– es mejor tener un auspiciador fiscal (outsourcing) que se encargue de esta parte “y yo me enfoco en lo que sé”. 

Algunas organizaciones, incluidas las que están exentas de impuestos, descubren que utilizar un auspiciador fiscal para subcontratar las responsabilidades administrativas y las relacionadas con la recaudación y desembolso de fondos, es el modelo más adecuado para ellas. Algunos patrocinadores fiscales hacen mucho más, cómo realizar funciones administrativas, lo cual puede abrir la puerta a nuevas colaboraciones entre organizaciones, y por consiguiente a lograr mayor impacto.

Son muchos los beneficios que se pueden alcanzar. Mientras más curiosos nos mantengamos para aprender nuevas maneras de cómo llevar a cabo nuestra misión, más cambio e impacto lograremos.